El confinamiento ha incrementado los conflictos familiares y los pensamientos y/o sentimientos negativos como la ansiedad, frustración, estrés, entre otros. Los más pequeños/as han sufrido grandes cambios en su rutina diaria, provocando en estos alteraciones en cuanto a su estado físico, mental, y emocional. No obstante, aunque los niños/as hayan sido un colectivo muy afectado por ello, los/as adolescentes también han
experimentado variaciones en sus vidas.
Una de las fases más cruciales de la vida es la adolescencia, puesto que en esta, las personas comienzan a tener varios cambios tanto físicos como emocionales, dando paso a una mayor madurez en cuanto a los pensamientos, valores, principios, y en sí, siendo una etapa en la que
a su vez, potencian su personalidad.
Por ello, estar encerrados/as en el hogar compartiendo el tiempo con niños/as puede parecer de primeras una situación complicada y estresante, pensando que, los/as menores con mayor edad no pueden presentar tantas complicaciones. Sin embargo, esto no quiere decir que no les influya la situación de igual forma, pues como bien aporta Miller, directora editorial de Child Mind Institute, los/as adolescentes confinados en casa, puede que no sea tan laborioso como estar con niños/as más pequeños, pero por supuesto, convivir con estos tiene sus desafíos.
“Los niños más pequeños podrían estar entusiasmados ante la perspectiva de recibir atención de los padres las 24 horas, los 7 días de la semana, los adolescentes puede que sientan lo contrario”
(Miller, 2020).
La situación del coronavirus y su confinamiento ha propiciado disturbios en la etapa adolescente, provocando cambios emocionales que a su vez pueden conllevar a físicos, y viceversa. Bien como se argumentó anteriormente, los/as adolescentes ven como algo negativo pasar su mayoría del tiempo en familia, prefiriendo estar con amigos/as, ya que se refugian en estos para sobrellevar los problemas en el día a día. Es entonces el por qué de sus alteraciones tras el aislamiento, incrementándose los trastornos en el sueño que derivan a otros como la alimentación, provocando cambios de humor, agotamiento, entre otros.
Todas estas modificaciones surgen de la disconformidad y frustración que están viviendo, pues pasan la mayor parte de su tiempo encerrados/as en su habitación, realizando un mayor número de tareas y trabajos que en la normalidad, sin poder refugiarse y mantener contacto físico con amigos/as para solventar ese estrés producido, perjudicando a la salud y estado
emocional de estos/as.
Obtenemos una frase de la entrevista de Radio Televisión Española que en breves palabras, expresa lo que la mayoría de adolescentes piensan y sienten tras el agobio que esta situación ha originado: “Nosotros estábamos acostumbrados a ver todos los días a nuestros amigos en el instituto y esta situación nos ha quitado gran parte de nuestra vida porque ahora no salimos de la habitación” (Marta, 2020).
Para solventar los conflictos en casa con adolescentes, debemos tener en cuenta una serie de consejos:
- Reconocer y analizar los problemas, teniendo en cuenta las distintas creencias, opiniones y actitudes.
- Comunicación y negociación. Esto consiste en valorar las distintas soluciones disponibles y escoger la que sea mejor para todas las partes.
- Cambiar las conductas que provoquen la aparición de dichos conflictos.
En definitiva, se deben de tener en cuenta las opiniones de todas las partes para poder resolver cualquier tipo de conflicto. Además, saber que la etapa de la adolescencia , es muy importante en nuestra vida, ya que es el momento donde se experimentan múltiples cambios.
21 de junio de 2020
Ainoa Echevarría Donate
Alba Martina González Barrera
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